En esta entrada de hoy hablaré un poco sobre uno de los pintores más importantes y destacados de la historia que sigue estando presente a día de hoy por los grandes trabajos que realizó durante su carrera
Pablo Picasso, pintor y escultor español nacido en Málaga el 25 de octubre de 1881, fue protagonista y creador inimitable de las diversas corrientes que revolucionaron las artes plásticas del siglo XX, desde el cubismo hasta la escultura neofigurativa, del grabado o el aguafuerte a la cerámica artesanal o a la escenografía para ballets.
Además, participó en muchos movimientos artísticos que se propagaron por el mundo y ejercieron una gran influencia en otros grandes artistas de su tiempo. Sus trabajos están presentes en museos y colecciones de toda Europa y del mundo.
Respecto a su evolución artística podemos encontrar varios periodos, cada uno de ellos con sus características correspondientes.
En primer lugar encontramos la época azul, que barca entre 1901 y 1903 y predominan los colores azules. En esta época destaca "Dama en Eden Concert".
Posteriormente, aparece la época rosa (1905-1906), con pinturas que muestran tonos más rosados o rojizos. Las obras más distinguidas de esta época son: "Familia de Arlequín" y "Gran Holandesa".
La siguiente fase se conoce como el Protocubismo (1906-1907). Se trata de una etapa esencial para el posterior desarrollo del Cubismo. En este periodo comienzan a aparecer influencias africanas, además de una desvinculación por parte de Picasso de lo establecido en el arte. De esta forma, hay una ruptura con el Realismo y se utilizan planos angulares sin fondo ni perspectiva. En esta etapa encontramos, por ejemplo, "El retrato de Gertrude" o "Las señoritas de Avignon"
El Cubismo fue la etapa siguiente y la más representativa de Pablo Picasso. Abarca desde 1908 hasta 1916. El cubismo se caracteriza principalmente por una ruptura definitiva con la pintura tradicional. Trata formas de la naturaleza a través de diversas formas geométricas. Lo que buscaba Picasso era una pintura pura, por lo que se inspiró en los objetos de su taller desde una perspectiva intelectual. Algunas de las obras que destacan en esta etapa son "El retrato de Vollard", "El aficionado" o "Le guitariste". Aquí podemos ver las imágenes en su respectivo orden. Además, si nos fijamos, nos damos cuenta de que se tratan de tres obras muy parecidas.
En 1917 Picasso se adentra en el Neoclasicismo (1917-1927) con pinturas más precisas y plasmando diversos desnudos, donde destacan los retratos de Ingres.
En 1928 llega el periodo surrealista, el cual permanece hasta 1932 y, en este caso, presenta formas distorsionadas que hacen referencia a monstruos o seres mitológicos. Entre sus obras encontramos, "Bañista al borde del mar", "Bañista en pie" y su obra cúspide, "El sueño".
Al comenzar la Guerra Civil Española, Picasso inició un periodo con tintes más expresionistas, eso si, siempre bajo el dominio del Cubismo.
Así pues, en 1937 pinta uno de sus cuadros más prestigiosos, "El Guernica", obra que hace referencia a la guerra y al terror vivido por la población civil durante el bombardeo alemán sobre Guernica. Se trata de una obra que explica a la perfección el miedo y angustia de una manera abstracta y distintiva.
Sin embargo, y ya para terminar con Pablo Picasso, considero relevante decir que no solo sentía atracción e interés por la pintura, sino que en su última etapa, denominada "Vallauris", se dedicó por completo a la cerámica y a la escultura. Una de las obras más representativas de esta etapa es "El hombre del cordero".
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